Our social:

9 de marzo de 2007

El concierto de Alejandro Sanz en Lima

Me duelen los pies, aún mis oídos no escuchan con normalidad, pero pese a todo eso me siento bien. Acabo de regresar del concierto de Alejandro Sanz. Mi esposa lo ha visto todas las veces que ha venido, pero este fue la primera vez –en el inicio de la gira El Tren de los Momentos 2007- en la que pude acompañarla. Alguna vez he comentado en este espacio el por qué no me gustan mucho los conciertos... sin embargo, pese a las incomodidades del de esta noche puedo decir que lo he disfrutado.

Lo que me gustó. Que el artista hizo sentir a la gente que estaba en un concierto. No doy ninguna novedad cuando afirmo que Alejandro Sanz tiene algunas limitaciones para el canto. Sin embargo, en vivo canta muy bien. Quizás no tanto como en los discos (cualidades que tienen otros intérpretes), pero sí muy bien. Se modificó algunas canciones de manera que se note que son versiones especiales para el concierto, se despachó –como suele hacerlo- con un pack de sus canciones más conocidas y que los fans no dejarán de reclamarle, matizó bien la combinación entre las canciones del nuevo disco con las de siempre. El espectáculo fue bueno –en particular el juego de luces y los videos que acompañaban cada tema-, duró dos horas lo cual me parece suficiente. El cantante compartió con el público, jugó con él, conversó con él, le dejó cantar parte de algunas canciones. El lugar donde se desarrolló el concierto estaba casi lleno. Me gustó ver a una señora, ya muy mayor, muy cerca de donde estaba mirar emocionada el espectáculo, sin decir una palabra, sin saberse una canción, pero moviendo la cabeza al ritmo de la música.

Lo que no me gustó. Gracias a que una graciosa se paró en la silla al momento que se inició el show, el resto se vio condenado a hacer lo mismo. No me iba a parar en la silla de plástico las dos horas –pues hay el riesgo latente de romperla- así que me tuve que acomodar por allí, en uno de los pasillos para ver el concierto. Algunas chicas llegaron a pararse en los tubos que dividían los sectores, incomodando más la visión. Otras veces no dejan entrar con nada a los conciertos, pero esta vez mucha gente estaba con cámaras digitales de tamaño regular (alguna que otra con pinta de profesional) lo cual me dejó picón, pues pude hacer solo fotos y grabar algunos videos malazos con mi celular viejito. En algunas canciones se notaron algunas fallas en el sonido, pero es comprensible por ser el inicio de la gira. El resto, en realidad, estuvo bien.

La gente vibró, la gente gozó con cada canción. Se notó que era el inicio de la gira, pues más allá de los recontra fanáticos, se notaban algunos silencios en las canciones del nuevo disco que aún no han sido muy difundidas. Sin embargo, eso le ayudó a algunos asistentes a escuchar con atención las letras.

Me gustó mucho la puesta en escena (si se puede decir así) de la canción “Donde convergemos”. Mientras cantaba, la pantalla partida en tres que estaba detrás de él pasaba en simultáneo un video de un pareja durmiendo en la cama. Con forme la canción avanzaba y la letra iba hablándonos de cómo las cosas pasan en un momento exacto, en un momento preciso, no antes ni después (“ese momento exacto, ese punto, donde convergen los sueños, donde converge lo nuestro, donde convergemos”) la pareja, con movimientos propios de quien se va acomodando mientras duerme se va, instintivamente, acercando, hasta que al final terminan durmiendo entrelazados. Muy bonito.

Antes del final una de las chicas que ganó un concurso organizado por una radio local cantó una pequeña parte de la canción “Te lo agradezco, pero no”. Cuando tocaba la primera intervención de la parte femenina de esa canción, el murmullo cesó pensando que la voz que se escuchaba era de la ganadora (en realidad había mucha expectativa por saber qué tal cantaba la chica). Resulta que quien empezó cantando fue la chica del coro de Sanz, quien después invitó a la ganadora a cantar un rato con su ídolo. Cantó bien la chica y creo que fue la opinión de la mayoría de los que estuvimos allí. Además, me pareció justo el espacio y el tiempo que le dieron para acompañarlo en la canción.

Por lo demás, caminar y caminar pata regresar a casa. Pero contento, por haber visto un buen concierto y en buena compañía. Como ha escrito inteligentemente el amigo Jorge Luis, por primera vez en mucho tiempo ya no importa lo que el artista haga mañana en Chile, Argentina o México, pues todo será una repetición de lo que Lima vio primero.

Aquí les dejo uno de los videos que grabé hoy. Obviamente en You Tube encontrarán algunos de mejor calidad, pero igual si quieren ver el resto de los que grabé pueden hacer clic aquí.





Fotos y videos: Bruno Ortiz B.

0 comentaron esta entrada: