Lo mejor de Gilberto Santa Rosa

A ver, son cuatro canciones del Caballero de la Salsa las que aún no paran de sonar en mi cabeza, porque las tengo bien identificadas con algunos pasajes de mi vida. La primera, y más antigua es, “Déjame sentirte”. Según mis cálculos la debo haber escuchado entre 1988 y 1989.


Dejame despertar con un beso
En la verde mañana que te espera
Dejame celebrar la primavera
En el divino largo de tu cuerpo

La encontré en un caset que mis papás mandaron grabar con música de la época. Aún estaba muy chico, en los últimos años de la primaria. Y recién varios años después, ya en la secundaria fue que entendí con más claridad el significado de la letra. En realidad es muy subida de tono, pero especial para dedicársela a alguien a quien se quiere de una manera muy apasionada.


Dejame repasar tu accidentes
De tenerme a palpar cada medida
Humedecer tu ojos y tu fuente
Y penetrar al fondo de tu vida
Dejame demostrar que diez noviembres
Purifican el alma y el deseo
Que al abrazarte, aún mi cuerpo tiemble
Y relajado en paz me duerma luego

No parece de Gilberto Santa Rosa. Pero sí es él.

(este videito está cortado al final y es de un tipo que está probando su nuevo bajo)


La segunda es una conocida por muchos: “Perdóname”. Después de algunas de Rubén Blades y las conocidas versiones en vivo de Héctor Lavoe, una de las canciones más largas que he escuchado. Alrededor de los 10 minutos. Ya estábamos a mediados de los 90 y se había convertido en la salsa de moda. Tanto así, que en todas las fiestas era infaltable.


Quiero que sepas que he cambiado
que estar sin ti ha sido amargo
Por qué me tuve que perder
y andar en malos pasos
Y hoy que vuelvo a encontrarte
Quisiera volver
Ya la habían pasado lo suficiente como para aprenderme la letra, sin embargo aún no la había podido bailar en ninguna fiesta. Siempre me ganaban por puesta de mano. Hasta que por fin, en el cumpleaños de un amigo del barrio, pude bailarla –felizmente con una chica que baila muy bien la salsa-y sacarme el clavo. Estoy seguro que desde la siguiente fiesta en adelante no volví a escucharla más.


Perdóname que no puedo vivir si no estás aquí
Me hace falta tu presencia
para mi tu eres la esencia que da sabor a mi existir
Un poco más
y a lo mejor nos comprendemos luego
Vuelve a mi yo te lo ruego
perdóname, perdóname
Si acaso te ofendí perdón
si acaso te falle perdón
Pero ya no aguanto esta situación
Esta que me tiene triste
porque desde que te fuiste
La felicidad no existe para mí,
para mi la vida es larga
Siento que el mundo se acaba,
poquito a poco, poco poquito
regresa pronto que te necesito...
… y así por unos cinco minutos más.

(Aquí un video de una versión muy bonita con el acompañamiento de una orquesta sinfónica en un concierto en Colombia)



La tercera canción es “Que alguien me diga”. La escuché por primera vez con mucha atención en julio del 2000.


Los dias pasan,
y yo me siento,
sin darte un beso,
como uno mas,
cada mañana,
hago el intento,
para olvidarte,
pero que va

Por primera vez me animé a salir de viaje en Fiestas Patrias y, con un amigo del colegio, aceptamos la invitación que nos hizo una amiga de la promoción para ir durante los feriados a su casa en Cerro Azul. Sin saberlo, estuvimos fuera de Lima durante la marcha de los cuatro suyos.


tu recuerdo me golpea aquí en el alma
cada vez que me descuido,
como un cazador furtivo me persigue por toda esta soledad,
cuando creo que por fin ya te he olvidado
y que voy a enamorarme
aparece de la nada tu recuerdo y no soy nadie

Nos enteramos de los hechos violentos que sucedieron esa vez recién en la mañana siguiente, cuando encendimos por fin la televisión. Bueno, el tema es que tras el shock, con mi pata nos fuimos a un salón con muy pocos muebles que había en un piso superior de la casa y encendimos la radio. Fue entonces que sonó la canción. Si bien la salida de la noche anterior había sido prometedora, bastó con escuchar esa canción para removerme todo lo que en ese entonces pensé enterrado ya de una relación un poco dura que había tenido durante el año anterior. Una letra muy precisa.


Que alguien me diga como se olvida,
como se arranca para siempre un amor del corazón,
que alguien me ayude,
se me hace urgente,
ando buscando entre la gente quien me quite este dolor,
busco alguien que me quiera por siempre,
que me acepte en realidad como soy,
ese alguien que me de su cariño,
la que sea venga a mi por favor.

(este videito es de la versión en balada… la que más te pega)



La cuarta y última canción es “No pensé enamorarme otra vez”. La escuché como banda sonora de la novela “Mujeres apasionadas” cuando el personaje de Helena se encontraba con el doctor César, el “todopoderoso” (telenovela brasileña y muy buena por cierto).


Pensé que estaba curado de amor
Que estaba recuperado
Que había logrado cerrar con candado
Las puertas de mi alma después de un fracaso
Pero parece que el corazón
Se me quedo un poco abierto
Y al gusto de un beso nació un sentimiento
Que ya conocía y daba por muerto

La letra de la canción me pareció sencillamente preciosa, con una letra espectacular, que refleja –creo yo- todo lo que debe pasar por la cabeza de alguien que racionalmente le dice “hasta aquí nomás” al amor, pero este bandido se vuelve a meter por la ventana para volver a encender nuestras hogueras.

(Este es el video que un tipo enamorado le dedica a su enamorada)



Y para quienes quieran escuchar una versión más monse, en pop, con Miriam Hernández pueden hacer clic aquí.

Hay una última canción que no la pongo en la cuenta porque se trata –hasta donde sé- de una versión en concierto y creo que hasta ahora no se ha grabado en estudio (si alguien sabe algo de esto, por favor háganmelo saber). Se trata de un mix de boleros en los que Santarosa canta canciones como y Amor por ti. Me lo pasó un amigo en un archivo MP3. Buenazo.